La limpieza de la atmósfera y la altura del lugar permiten disfrutar de unas excelentes vistas, hermosos atardeceres y ver las estrellas y reconocer las constelaciones que aprendimos de pequeños y enseñarlas a nuestros descendientes.
La plaza creada en el siglo XIII se sigue agrandando en la actualidad y la vegetación necesita tiempo de asentamiento de las tierras. Por otro lado el viento dominante cierzo, las muchas horas de sol y la escasa pluviometría dificultan la creación de una zona ajardinada al gusto verde actual. Por ello el entorno del santuario es de aliagas, tomillos, romeros, siemprevivas, manzanillas, albatas y ontinas entre otras muchas plantas esteparias